
Un
portavoz del organismo ha asegurado que se han dado cuenta de esta situación
después de comenzar a trabajar en coordinación con la Policía Federal, tal y
como recoge Breitbart.
A
pesar de que la BAMF ha subrayado que este tipo de casos está aumentando de
manera considerable, no ofrecerá datos ni estadísticas al respecto. La Policía
ha confirmado la denuncia y ha advertido de que no se trata de un problema
aislado, sino de algo que se repite con bastante frecuencia.
La
legislación vigente en el país, tal y como recuerda la Oficina, no contempla la
vuelta de los refugiados a sus países de origen una vez han conseguido dicho
estatus, ya que en teoría allí su vida corre peligro.
La
legislación internacional sí les permite abandonar el lugar donde se han
refugiado un máximo de 21 días al año, sin necesidad de especificar a dónde
van.
Este
año se está repitiendo la situación de 2016, cuando muchos refugiados
regresaron a sus países de origen por vacaciones. Desde la BAMF han recordado
que este puede ser un motivo determinante para perder el asilo, aunque sí
justifican algunos viajes como por enfermedades graves de algún familiar
cercano.
Vacaciones
pagadas
El
pasado mes de septiembre se descubrió el pastel. Muchos refugiados regresaron a
sus países de origen durante las fechas vacacionales. Los medios incidieron en
que muchos de ellos mantenían las ayudas públicas a través del programa
sanitario Hartz IV, empleando ese dinero para volver a sus naciones.
Pero
Alemania no es el único país que ha sufrido este problema. En Suiza, el
periódico Basler Zeitung ha informado de miles de casos de eritreos que han
estado empleando las ayudas sociales para pagarse unas vacaciones.
Tal
y como explicaba La Gaceta, los demandantes de asilo cometen fraude para
obtener el mayor número posible de ayudas sociales en Alemania.
Es
el caso de la localidad de Braunschweig, al norte de Alemania, donde una
comisión especial investiga más de 300 posibles fraudes cometidos por
demandantes de asilo.
Las
cifras de la estafa ascenderían hasta los 5 millones de euros,tal y como ha
publicado la cadena germana NDR. Según el responsable de la investigación,
Joern Memenga, la mayoría de los defraudadores serían refugiados sudaneses.
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